jueves, 2 de julio de 2009

Los instrumentos de dominación

La religión y Dios como medio de Dominación


Desde la época precolombina, la religión ha cumplido un papel preponderante en la sociedad, desde los mayas hasta nuestro tiempo se ha utilizado la religión y los dioses como instrumentos de dominación del hombre por el hombre.


No es que el ser humano haya tenido la necesidad de adorar a alguna o algunas deidades, es la necesidad de someter al mas débil, ya sea física, emocional, económica o económicamente, se ha utilizado a través de los tiempos como la principal arma de sometimiento y dominación para llenar la ambición de riqueza y poder de quienes la utilizan en favor de sus propios intereses.


Culturas como los egipcios, los romanos, los griegos, los mongoles, utilizaban dioses y cultos para someter a las clases bajas y medias y mantener al pueblo sumido en la pobreza, la esclavitud y avasallados permanentemente.


Los mayas que conformaban una población de 30,000 individuos según los cálculos de los científicos que los han estudiado eran dominados por una clase privilegiada noble compuesta de unos 300, entre gobernantes, astrólogos, jerarcas militares y sacerdotes que mantenían sometida a la clase media y baja de su sociedad amparados en la religión.


Al llegar la conquista, vino una nueva religión y un nuevo dios, acompañado de enfermedades a las que los aborígenes no eran inmunes, que diezmó a la población, los nuevos gobernadores impuestos por el invasor, imponían por la fuerza esta religión junto con su dios, a los indígenas que adoraban al sol, la luna, la lluvia, y otros fenómenos naturales considerados deidades que según ellos concedían peticiones.


La implantación de esta nueva religión, también trajo consigo nuevos nombres para los aborígenes, quienes eran bautizados a la fuerza por los sacerdotes españoles, que les cambiaban los nombres por otros que eran “cristianos”, en sustitución de su nombre “pagano” eran obligados a adorar al nuevo dios, a cumplir con ritos nuevos, implantados por la nueva religión y a cambiar sus costumbres ya que con ellas ofendían a ese nuevo dios.


Hace quinientos años que esta religión, esta siendo utilizada contra nuestro pueblo, y seguimos siendo atemorizados y obligados a respetar a cualquier gobierno que nos encaramen encima, ya que “son puestos por Dios” porque según esta religión, “Dios pone reyes y quita reyes”, y seria un gran “pecado” rebelarse contra la autoridad puesta por Dios.


Esta religión se vuelve cada vez mas avasallante, aunque se ha dividido en muchas sectas, crecen los números de fieles, no deja de rendir culto a un Dios, celoso, (no se puede adorar a otro o ninguno), cruel (ya que castiga con fuego a quien no le obedece), vengador, (no olvida una ofensa), implacable, (ya que esta en todos lados, y escucha y ve todo lo que hacemos), ademas vende su redención, (necesita el 10 % de lo que ganamos y si es posible mas). Aunque no tiene cuenta en el banco, ni chequera, y ademas es todopoderoso, no se las arregla sin dinero.


Lo peor de todo, es la utilización de esta, para fines de lucro de individuos que sin una credencial, hablan en nombre de ese Dios, piden dinero, manipulan conciencias, se enriquecen, hacen negocios turbios, violan y embarazan mujeres, deslumbran incautos, y hasta se llevan la mujer del prójimo. En este trafico de fe se vale todo, desde venta de perdones hasta venta de milagros que van desde una modesta pulpería hasta una mansión fastuosa todo depende de la ofrenda, ademas trafican con la industria del miedo, venden oraciones para proteger de la delincuencia, del comunismo, de la corrupción y de todo mal, hacen cadenas de oración para que nos nos venga otro Mitch, otro terremoto, pero tiran basura en las calles en ríos y quebradas, en cauces, alcantarillas y cualquier sitio que usan para sus cultos lo dejan como si fuera basurero, en la carpa del circo de la fe siempre hay de todo, enchiladas, pastelitos, yuca con chicharron, tamales y oraciones, prédicas y cánticos que calman el subconsciente de los fieles que en busca de tranquilidad emocional acuden para sanar sus males tanto físicos como psicológicos.


Se han hecho guerras en nombre de Dios, se han matado multitudes de gente, se han atropellado los derechos de las personas, se condena a quien cede a sus deseos porque cometió “pecado”, porque no pago el diezmo. Por no creer en ese dios, se nos puede acusar de herejes y se nos denigra y margina porque no nos sometemos a los designios de ese dios, que cuando nos equivocamos nos castiga, cuando nos caemos nos hunde mas y cuando mas lo necesitamos se aleja de nosotros.


La clase política dominante, el clero católico, los pastores, verdaderos mercaderes de la fe, aun siguen sometiendo al pueblo con este instrumento de dominación, unos predicando una fe que ya en estos días carece de fundamento, obligando a tributarle no solo adoración si no también dinero, otros haciendo creer al pueblo que adoran a ese dios y que le temen y, aprovechándose de la ingenuidad de un pueblo analfabeta, inocente y confiado, les dicen por cual candidato votar, a que partido pertenecer, que no deben participar en marchas en protesta por sus derechos violados y que aguanten la pobreza con la esperanza de una vida mejor después de la muerte.

Revertir el Golpe, Columna de Amy Godman del Noticiero Democracy Now!

Revertir el golpe

Publicado el 30 de junio de 2009

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Por Amy Goodman

El domingo se produjo en Honduras el primer golpe de Estado en América Central en más de un cuarto de siglo. En horas de la madrugada, el Ejército hondureño irrumpió en la residencia presidencial, secuestró al presidente constitucional Manuel Zelaya y lo trasladó en avión a un exilio forzado en Costa Rica. El golpe, liderado por el general hondureño Romeo Vásquez, ha sido condenado por Estados Unidos, la Unión Europea, las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y por todos los países vecinos de Honduras. La población reaccionó con manifestaciones masivas en las calles hondureñas y hay rumores de que sectores militares leales a Zelaya se estarían rebelando contra los golpistas.

Estados Unidos tiene una larga historia de dominación en el hemisferio. El Presidente Barack Obama y la Secretaria de Estado Hillary Clinton tienen la oportunidad de cambiar el curso de esta historia y apartarse de una tradición oscura de dictaduras militares, represión y muerte. Obama esbozó ese rumbo en su discurso en la Cumbre de las Américas en abril de este año: “Sé que en el pasado las promesas de asociación no han sido cumplidas y que la confianza se gana con el tiempo. Si bien Estados Unidos ha hecho mucho para promover la paz y la prosperidad en el hemisferio, ha habido veces en las que hemos sido omisos y otras en las que hemos querido imponer nuestras condiciones. Pero yo les aseguro que lo que buscamos ahora es forjar una asociación en pie de igualdad. En nuestras relaciones no hay un socio mayoritario y otro minoritario”, afirmó Obama.

Dos figuras que conocen bien la tradición estadounidense de imponer sus condiciones son el Dr. Juan Almendares, médico hondureño premiado por su actividad en defensa de los derechos humanos y que también fue candidato en las elecciones presidenciales en las que resultó electo Zelaya, y el religioso estadounidense Roy Bourgeois, un sacerdote que lucha desde hace años por el cierre de la Escuela de las Américas (SOA, por sus siglas en inglés), institución con sede en Fort Benning, Georgia, Estados Unidos. Ambos vinculan el golpe en Honduras con la Escuela de las Américas.

La SOA–que en el año 2000 fue rebautizada con el nombre de Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (WHINSEC, por sus siglas en inglés)–es un establecimiento militar estadounidense dedicado a entrenar a miembros de los Ejércitos latinoamericanos. Más de 60.000 militares han pasado por las aulas de la Escuela de las Américas. Muchos de ellos al retornar a sus países han cometido violaciones de los derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales y torturado y masacrado a sus compatriotas.

Almendares, perseguido por el ejército y los escuadrones de la muerte hondureños, ha sufrido en carne propia esa capacitación. Almendares conversó conmigo desde la capital hondureña, Tegucigalpa: “Es mentira que el pueblo está apoyando el golpe. Eso no es verdad. Los que están apoyando son en su mayoría miembros de los cuerpos de reserva militares, alguna gente de la clase dominante y alguna gente que está a favor de reprimir al pueblo. De manera que el golpe no tiene apoyo. Tiene el apoyo de los torturadores, de los mismos golpistas y de alguna gente que está a la cabeza de este proceso y que fue entrenada en la Escuela de las Américas. Tenemos que hacer hincapié en eso. ¿Qué necesidad de dar un golpe si se tiene el apoyo del pueblo? ¿Por qué se oponen a que se realice una simple encuesta legal para preguntarle a la gente si está de acuerdo o no en tener una nueva constitución? No quieren darle nada al pueblo.”

El padre Roy Bourgeois nació en Louisiana e ingresó a la Iglesia Católica como sacerdote en 1972. Trabajó en Bolivia hasta que fue expulsado por el dictador de ese país, el general Hugo Banzer, un ex alumno de la SOA. Ante el asesinato del Arzobispo Oscar Romero y el homicidio de cuatro religiosas católicas estadounidenses en El Salvador en 1980, Bourgeois denunció que algunos de los asesinos habían sido entrenados en la Escuela de las Américas de Fort Benning. Luego de que en 1989 fueran asesinados en El Salvador seis sacerdotes jesuitas, su casera y la hija adolescente de esta, Bourgeois fundó la organización SOA Watch (el Observatorio de la Escuela de las Américas) desde donde ha gestado un movimiento mundial para cerrar la institución.

El general Vásquez, quien encabezó el golpe hondureño, asistió en dos oportunidades a la SOA: en 1976 y 1984. El general de la Fuerza Aérea Luis Javier Prince Suazo, quien también participó en el golpe, recibió entrenamiento en la Escuela de las Américas en 1996.

La oficina del Observatorio de la Escuela de las Américas en la que trabaja Bourgeois está ubicada a pocos metros de las puertas de Fort Benning. En los últimos años, la labor de Bourgeois se ha visto frustrada por el creciente hermetismo de la SOA/WHINSEC. Bourgeois me dijo: “Es bien sabido en América Latina que esta institución es un escuela de entrenamiento para golpistas. (…) Once dictadores pasaron por sus aulas. Cada vez que en las últimas décadas ha habido un golpe, como el que ocurrió ahora en Honduras, se ha comprobado que existía una conexión directa a esta Escuela. (…) Pretenden darle una imagen de institución democrática y transparente, pero hace más de cinco años que no nos brindan información sobre la identidad de los que se entrenan allí. La semana pasada, sin embargo, tuvimos un pequeño destello de esperanza cuando la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una enmienda al proyecto de la Ley de Autorización en Materia de Defensa, por la cual se obligaría al Pentágono a divulgar los nombres, grados militares, cursos tomados y país de origen de todos los que se entrenan en la institución. (…) Hablan de transparencia y democracia, pero esta Escuela es un impedimento a la democracia y a la gran transformación que se está dando en América Latina.”

La enmienda aún debe pasar por el comité conjunto de las dos cámaras.

El padre Bourgeois habla con la misma urgencia que lo ha caracterizado desde que comenzó su labor hace casi tres décadas. No es ningún desconocido para las autoridades de Fort Benning, donde fue arrestado por primera vez hace más de 25 años. En aquella oportunidad lo encontraron trepado una noche a un árbol cercano a los cuarteles donde se alojaban los soldados salvadoreños que estaban recibiendo entrenamiento en la SOA.

Desde su puesto en el árbol, Bourgeois trasmitía a todo volumen una grabación de la última homilía pronunciada por el Arzobispo Romero justo antes de ser asesinado. Sus palabras estaban dirigidas directamente a los soldados salvadoreños: “En el nombre de Dios, en el nombre de nuestro pueblo atormentado, que ha sufrido tanto y que eleva su lamento al Cielo, les urjo, les suplico, les ordeno: paren la matanza”.

Hoy, a casi 30 años del asesinato de Romero, en un país vecino a su patria salvadoreña, Estados Unidos tiene la oportunidad de cambiar el rumbo y apoyar las instituciones democráticas de Honduras. Tiene la oportunidad de revertir el golpe.
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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2009 Amy Goodman

Texto en inglés traducido por Laura Perez y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la presentadora de “Democracy Now!”, un noticiero internacional diario de una hora que se emite en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en 200 emisoras en español. Es coautora del libro “Standing Up to the Madness: Ordinary Heroes in Extraordinary Times,” recientemente publicado en edición de bolsillo.

Traducción al español: Laura Pérez Carrara


Tomado de http://www.democracynow.org/es/blog/2009/7/2/revertir_el_golpe